«Amigos, este es un día para los libros de historia de ingeniería» 

Estas líneas posteó SpaceX mientras los videos del cohete –en pleno vuelo– volviendo a posarse sobre la torre de lanzamiento se viralizaban en las redes sociales.

Este suceso, que promete llevar a «otro nivel» la dimensión de los proyectos espaciales, tuvo una amplia cobertura por los medios de comunicación del mundo entero.

¡Mira el video del aterrizaje!

El domingo 13 de octubre, los ingenieros de la empresa SpaceX consiguieron una hazaña que promete revolucionar la industria espacial, al despegar el gigantesco propulsor de los cohetes Starship y luego conseguir aterrizarlo sano y salvo.

Como si se tratara de un video que «retrocede» en cámara lenta, el impulsor fue descendiendo desde el cielo hasta volver a colocarse en los enormes brazos de la misma torre desde la que había sido lanzado.

¿Qué es la nave Starship?

El cohete tiene dos partes o «etapas», el propulsor Super Heavy y la nave Starship, que una sobre otra miden 121,3 metros de altura: 71 metros del Super Heavy y 50,3 de la Starship. La segunda, es donde viajarán los tripulantes y la carga útil cuando el sistema de lanzamiento este operativo. Actualmente, esta fue la 5ta prueba del proyecto.

Starship se ensambla en acero inoxidable y sus seis motores, denominados Raptor, funcionan a base de metano y oxígeno líquido. Por su parte, el Super Heavy cuenta con 33 de estos motores.

Ambos módulos pueden aterrizar al maniobrar utilizando sus motores y superficies aerodinámicas, pero no tienen «patas» para sostenerse ya que SpaceX tiene previsto capturarlas en vuelo con los brazos mecánicos de la torre de lanzamiento. Este objetivo se alcanzó por primera vez en esta oportunidad.

¿Por qué capturar la nave en pleno vuelo?

La respuesta tiene que ver con el propósito que se busca dar al proyecto. Los módulos están pensados para ser rápidamente reutilizables. El Super Heavy vuelve a los brazos de la torre con el objetivo de ser lanzado varias veces al día, con una nave Starship diferente emplazada encima cada vez. 

Una vez que despega, el Super Heavy tarda seis minutos en volver a la torre. Luego, se requieren cincuenta minutos para cargar el combustible y se ensambla otra Starship encima. Este proyecto permitiría volver a despegar al cabo de una hora.

SpaceX es la primera empresa privada en dedicarse con éxito a esta clase de vuelos y transportes espaciales. Por ejemplo, su nave Dragon impulsada por el cohete Falcon 9 en varias oportunidades funcionó como «taxi espacial» para llevar astronautas hacia la Estación Espacial Internacional.

¿Hay misiones programadas al espacio?

Actualmente existen diversos proyectos para que el ser humano vuelva a traspasar las fronteras terrestres, pero ¿cuáles son sus propósitos?

Entre las misiones espaciales más importantes en 2024 se destaca la misión Artemis II de la NASA, para orbitar a nuestro satélite natural. Artemis II viajará unos 7.500 km más allá de la cara oculta de la Luna y luego retornará a la Tierra. Y un año más tarde, en 2025, se llevará a cabo el regreso de la humanidad a la superficie lunar con la misión Artemis III.

Asimismo, SpaceX tiene como objetivo usar Starship para llegar a Marte.

Un amplio debate

Ahora bien, al abrirse la posibilidad de los viajes espaciales como un panorama mucho más cercano a nuestra realidad, surgen inevitablemente los interrogantes y el debate en torno al propósito y el alcance de estas misiones.

Por ejemplo, las exploraciones en la Luna y Marte que tienen como objetivo identificar yacimientos de agua y analizar las condiciones de la superficie para el desarrollo de la vida, han llevado a diferentes ambientalistas a formular preguntas acerca de cuánto estamos cuidando, primero, nuestro planeta. También, otros sectores ven los viajes espaciales como un futuro mercado turístico que ofrece nuevas posibilidades. Frente a esto, diversos organismos han argumentado que el gasto económico destinado a esta clase de emprendimientos podría dirigirse a otras áreas para resolver necesidades más urgentes de la población en general.

Estos debates ya se encuentran en el plano actual de la comunidad científica, donde los ingenieros espaciales y astrónomos expresan su voz al respecto. Entre ellos, recientemente Guillermo Buenadicha de la Agencia Espacial Europea (ESA) afirmó: «Pongo un símil en ese sentido: en la sanidad uno podría decir “no, no voy a gastar nada en la investigación médica porque hacen falta muchas más camas en los hospitales”. Es cierto, hacen falta camas en los hospitales, pero si solamente pones camas y no investigas en diez o veinte años no podremos curar a la gente. La investigación pura y la investigación aplicada es muy necesaria per se, porque no sabemos muy bien lo que vamos a obtener, pero sabemos que vamos a obtener cosas».

El maestro Daisaku Ikeda ha dialogado extensamente sobre el propósito de las investigaciones en este campo de la ciencia, como por ejemplo, en su diálogo con el Dr. Robert Jastrow, un notable astrónomo y físico norteamericano que se desempeñó como director del Instituto Goddard para los estudios espaciales de la NASA y como jefe del cuerpo científico durante las expediciones de la misión espacial Apolo a la luna en 1960 y comienzos de 1970. En esa oportunidad, expresó:

«El universo es infinitamente extenso y majestuoso. Conscientes de ello, ¿cómo puede ser que nos veamos envueltos en disputas insignificantes nacidas en el egoísmo, ¿cómo puede ser que exista la discriminación y nos hagamos daño? [...] Contemplar el universo y dejarse sorprender por su grandeza misteriosa nos lleva a tomar mayor conciencia de la dignidad suprema que hay en nuestro propio ser».

Estas palabras de Ikeda concuerdan con las postura del astrónomo británico Chandra Wickramasinghe –con quien también publicó un diálogo– afirmando que la contemplación del universo es, para los seres humanos, un antídoto contra nuestro egocentrismo. Podemos pensar entonces que la investigación y la exploración espacial es un camino que conduce a comprender mejor el universo, las interconexiones que nos vinculan con todo aquello que nos rodea y reconocer la dignidad inherente a todos los seres vivientes.

No obstante, el maestro Ikeda también advierte sobre la importancia de no perder de vista la perspectiva humanista al momento de llevar a cabo cada proyecto científico. En su Propuesta de Paz (2010) escribió:

«La ciencia y la tecnología que se apartan del tema de los valores no están sujetas a ningún control verdadero [...] No es de extrañar, entonces, que en una época en que la avidez por acumular conocimiento científico ha llegado tal vez a un punto sin retorno, exista un resurgimiento de las ideas de Martin Heidegger (1889-1976) sobre la tecnología, en cuanto a que lo realmente alarmante no es la tecnología en sí, sino la manera [...] con que respondemos a los problemas que esta plantea».

Los acontecimientos como el reciente aterrizaje del Súper Heavy nos llevan a sorprendernos de los alcances a los que puede llegar el conocimiento humano cuando se propone cruzar nuevas fronteras, como así también a reflexionar acerca de cuál será el propósito esencial que va a guiar cada avance científico para orientarlo en bien de la humanidad y la construcción de la paz.

Y vos, ¿qué opinás de los viajes al espacio?

Citas:
1 Véase: https://www.eldebate.com/ciencia/20230514/que-son-importantes-sociedad-lanzamientos-espaciales_114280_amp.html (Fecha de acceso: 24 de octubre de 2024).
2 IKEDA, Daisaku: artículo publicado el 6 de julio de 1997 en el Diario Seikyo, periódico de la Soka Gakkai.
3 Wickramasinghe, Chandra y Daisaku Ikeda: Uchu to Ningen no Roman o Kataru (Diálogo sobre el cosmos y la vida humana), Tokio: Mainichi Shimbunsha, 1993, vol. 2, pág. 13.