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Una revolución en el interior del ser humano

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Una revolución en el interior del ser humano

Humanismo Soka

jueves, 11 de julio de 2024

jueves, 11 de julio de 2024

¿En qué consiste el cambio social al que apunta el budismo de Nichiren? ¿Cómo aplicar en los diferentes ámbitos de la economía y la política esta filosofía que pone al ser humano en el centro en todas?

¿En qué consiste el cambio social al que apunta el budismo de Nichiren? ¿Cómo aplicar en los diferentes ámbitos de la economía y la política esta filosofía que pone al ser humano en el centro en todas?

¿En qué consiste el cambio social al que apunta el budismo de Nichiren? ¿Cómo aplicar en los diferentes ámbitos de la economía y la política esta filosofía que pone al ser humano en el centro en todas?

Para concretar un cambio radical en el llano de la sociedad, es necesario desarrollar activamente los diversos campos como la política, la economía, la educación y las actividades que promueven la cultura en el más amplio sentido. El movimiento por la paz, la cultura y la educación que promueve la Soka Gakkai busca cultivar el suelo sobre el cual pueda desarrollarse y florecer la sociedad en todos los ámbitos de la música, el arte, la ciencia, la educación, la política y los estudios para la paz.

Una perspectiva humanística de revolución

Para abordar esta temática, en el capítulo «Sabiduría y bravura» de su novela La nueva revolución humana, el maestro Ikeda relata la experiencia de Tetsuo Unno, un joven del Departamento Juvenil de la Soka Gakkai en la década de los ‘70.

El contexto social de Japón durante esos años era una época donde muchos jóvenes comenzaron a sumarse a la acción política más radicalizada, apuntando a una reforma social. Uno de esos jóvenes era Tetsuo Unno. Cuando se mudó a Tokio para asistir a la universidad, se reencontró con un antiguo compañero de la escuela secundaria quien lo introdujo en el movimiento estudiantil. 

Al ingresar en la universidad al principio continuó con su práctica budista, pero con el tiempo dedicó todas sus actividades al movimiento antibélico y los esfuerzos para democratizar las universidades. Finalmente, por invitación de su amigo, se unió a la lucha en el campus y decidió dejar el grupo de estudio para los exámenes de la carrera de funcionario público, y en cambio ingresó en una agrupación política.

En una oportunidad, durante un enfrentamiento con la policía, Unno había sido golpeado severamente. La situación lo preocupaba pero intentaba salir ileso de las manifestaciones y regresaba nuevamente a las barricadas. Finalmente tomaron algunos edificios de las universidades. A medida que pasaban los días, observó que los estudiantes que ocupaban los edificios del campus adoptaban conductas cuestionables y, en contradicción con sus ideales originales, sus acciones reflejaban intereses personales y una actitud cada vez más corrupta.

Justo cuando el grupo de Unno estaba listo para la lucha armada, la policía allanó su escondite y confiscó las armas. Alguien los había delatado. Algunos fueron arrestados, pero Unno logró escapar, aunque durante la huida se lastimó un brazo. Mientras recuperaba el aliento en el banco de una plaza, se le acercó una mujer de mediana edad que advirtió su camisa ensangrentada quien le curó la herida y dijo con una sonrisa: «Ahora estarás bien». Unno se conmovió. Luego se dio cuenta que de la cartera de la mujer sobresalía un ejemplar de la revista de estudio Daibyakurenge (revista mensual de estudio de la Soka Gakkai), era una integrante del Departamento Femenino.

Al llegar a su casa, atormentado por el dolor físico y por la angustia de la derrota, no pudo sino preguntarse por el significado de sus actividades políticas: 

«He venido abogando por la lucha ante mis compañeros, pero ¿qué filosofía tengo yo? Una de las razones por las cuales el movimiento estudiantil ha llegado a un atolladero, es que se ha puesto por encima de las personas comunes. Me pregunto si existe un camino revolucionario que realmente avance junto con el pueblo. ¿Y qué es revolución genuina, qué significa ser un ser humano? ¿Puede lograrse verdaderamente una sociedad ideal derrocando al gobierno y cambiando los sistemas político y económico?».

Casualmente, tomó una publicación de la Soka Gakkai que tenía en una pila de libros sobre su escritorio. Sus padres le habían dado esos materiales, pero él jamás los había leído. Buscando algo para pasar el tiempo, empezó a hojear los volúmenes. Muchos de ellos trataban el tema de la revolución humana.

Tetsuo Unno había escuchado con frecuencia la frase «revolución humana» en las reuniones de la Soka Gakkai, pero jamás había pensado realmente en su significado. Al leer las publicaciones que le habían dado sus padres, se sorprendió por la profundidad de las ideas y cómo elucidaban el significado de la vida en sí y brindaban la base filosófica para una revolución integral partiendo del una transformación positiva del ser humano.

Trabajar unidos por un objetivo en común 

Su experiencia en el movimiento estudiantil le hizo comprender que si las personas son egoístas y carentes de solidaridad, aunque lleven a cabo con éxito la revolución que se propongan, les será posible mejorar esencialmente la situación real de la gente. Y tomó conciencia de la importancia de la revolución humana en las circunstancias actuales.

Se dio cuenta de que en la Soka Gakkai las personas de diferentes profesiones, edades y posiciones sociales trabajaban codo a codo, día y noche, por el kosen-rufu; es decir, por la concreción de la paz del mundo y la felicidad para todos los seres humanos. Había dueños de compañías y directores de firmas importantes, trabajadores de fábricas y oficinistas, amas de casa y estudiantes. No estaban frente a frente, sino que avanzaban juntos hacia una meta común. No existía separación entre quienes ejercían un liderazgo y los individuos anónimos. De hecho, las amas de casa que en el contexto de la sociedad japonesa tendían a ser conservadoras y dependientes, eran las protagonistas que llevaban adelante la mayoría de las reuniones de diálogo. A Unno le sorprendía ver cómo las integrantes del Departamento Femenino inspiraban y alentaban constantemente a los demás miembros.

Previamente, había considerado que la dicha personal y la dedicación a una causa elevada eran aspectos contradictorios. Pero el budismo enseña a construir la felicidad para uno y para los demás, al mismo tiempo.

Al comienzo de este capítulo el maestro Ikeda lo sintetiza con estas palabras:

«El kosen-rufu es un movimiento holístico de transformación basado en la revolución humana de cada individuo. Es el proceso para incorporar la filosofía del respeto por la vida en los planos del gobierno, la economía, la educación, el arte y toda área del quehacer humano. Y el propósito del kosen-rufu es construir una sociedad en la cual la ciencia, la medicina, la ley y todas las demás disciplinas y sistemas creados por el ser humano contribuyan a la felicidad de los individuos y a producir valor genuino». [1]

Citas

[1] IKEDA, Daisaku: La nueva revolución humana, Buenos Aires: Azul Índigo, 2018, vol. 14, pág. 25. 

© Humanismo Soka - 2024

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