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Para que nos sonría un futuro brillante: El Premio Nobel de la Paz 2024 fue otorgado a los Hibakusha por su lucha contra las armas nucleares

Para que nos sonría un futuro brillante: El Premio Nobel de la Paz 2024 fue otorgado a los Hibakusha por su lucha contra las armas nucleares

Para que nos sonría un futuro brillante: El Premio Nobel de la Paz 2024 fue otorgado a los Hibakusha por su lucha contra las armas nucleares

Humanismo Soka

sábado, 12 de octubre de 2024

sábado, 12 de octubre de 2024

El pasado viernes 11 de octubre, el Comité Nobel Noruego anunció que el Premio Nobel de la Paz de este año sería otorgado a la Confederación Japonesa de Organizaciones de Víctimas de las Bombas Atómicas y de Hidrógeno (Nihon Hidankyo), compuesta por sobrevivientes de Hiroshima y Nagasaki, conocidos como Hibakusha.

El pasado viernes 11 de octubre, el Comité Nobel Noruego anunció que el Premio Nobel de la Paz de este año sería otorgado a la Confederación Japonesa de Organizaciones de Víctimas de las Bombas Atómicas y de Hidrógeno (Nihon Hidankyo), compuesta por sobrevivientes de Hiroshima y Nagasaki, conocidos como Hibakusha.

El pasado viernes 11 de octubre, el Comité Nobel Noruego anunció que el Premio Nobel de la Paz de este año sería otorgado a la Confederación Japonesa de Organizaciones de Víctimas de las Bombas Atómicas y de Hidrógeno (Nihon Hidankyo), compuesta por sobrevivientes de Hiroshima y Nagasaki, conocidos como Hibakusha.

El reconocimiento a los Hibakusha

Esta agrupación, formada en 1956, durante casi 70 años ha apelado a la inhumanidad de las armas nucleares tanto en Japón como en el extranjero, tomando los testimonios en primera persona de los hibakusha, más de 170.000 sobrevivientes de las bombas atómicas.

En sus palabras, el presidente del Comité Nobel, Jørgen Vatne Friednes, citó los esfuerzos de la organización para lograr un mundo donde estos arsenales bélicos jamás vuelvan a usarse, destacando: «sus esfuerzos para lograr un mundo libre de armas nucleares y demostrar con sus testimonios que no deben volver a emplearse nunca más».

En respuesta a los ataques con bombas atómicas de agosto de 1945, dicho movimiento mundial surgió con el propósito de trabajar incansablemente para crear conciencia sobre las catastróficas consecuencias humanitarias del uso de armas nucleares. 

Las vidas de sus integrantes no han sido fáciles. La reacción social a sus heridas físicas y el temor a que los efectos de la radiación pudieran ser contagiosos, provocaron contexto de severa discriminación para muchos de ellos.

«La gente temía que tuvieran una enfermedad contagiosa», narra Yasuaki Yamashita, un sobreviviente de Nagasaki que tenía 6 años el día de la explosión.[1] Y agrega: «Hay que separarlos, no hay que casarse con ellos, no hay que tener amistad con ellos. Esto es lo que decían sobre nosotros».

El presidente del Comité Nobel señaló que el año próximo se cumplirán 80 años desde que dos bombas atómicas acabaron con 120.000 habitantes de Hiroshima y Nagasaki, y donde un número comparable murió por quemaduras y lesiones por radiación en los meses y años siguientes. Y alertó: «Las armas nucleares actuales tienen un poder destructivo mucho mayor. Pueden matar a millones de personas y tendrían un impacto catastrófico en el clima. Una guerra nuclear podría destruir nuestra civilización». Luego, agregó: «Estos testigos históricos han contribuido a generar y consolidar una oposición generalizada a las armas nucleares en todo el mundo recurriendo a historias personales, creando campañas educativas basadas en su propia experiencia y emitiendo advertencias urgentes contra la difusión y el uso de las armas nucleares. Los hibakusha nos ayudan a describir lo indescriptible, a pensar lo impensable y a comprender de algún modo el dolor y el sufrimiento incomprensibles que causan las armas nucleares».

El Comité remarcó que Nihon Hidankyo ha proporcionado miles de testimonios, emitido resoluciones y llamamientos públicos y enviado delegaciones anuales a las Naciones Unidas y a diversas conferencias de paz para recordar al mundo la urgente necesidad del desarme nuclear.

Concluyó afirmando: «Un día, los Hibakusha ya no estarán entre nosotros como testigos de la historia. Pero con una fuerte cultura del recuerdo y un compromiso constante, las nuevas generaciones en Japón están transmitiendo la experiencia y el mensaje de los testigos. Están inspirando y educando a personas de todo el mundo. De esta manera, están ayudando a mantener el tabú nuclear, una condición previa para un futuro pacífico para la humanidad».


Monumento a la Paz en Hiroshima


Cooperación conjunta 

La cooperación entre los Hibakusha y el movimiento juvenil Soka ha venido sosteniéndose a lo largo de las décadas. 

En marzo de 2024, un representante de la Confederación Japonesa Hibakusha contra la Bomba Atómica participó como invitado en el Festival Acción Futura sobre la abolición de las armas nucleares y la crisis climática celebrado en Tokio, que contó con la participación de 70.000 jóvenes, entre ellos del Departamento Juvenil de la Soka Gakkai. Allí se comprometieron a trabajar juntos para lograr un mundo sin armas nucleares. 

En octubre de 2019, se presentó a la ONU el «Llamamiento de los hibakusha», con 10,5 millones de firmas. Muchos de los signatarios eran ciudadanos de países poseedores o dependientes de armas nucleares.[2] La campaña de recolección de firmas, que reclama a los Estados sumarse al TPAN, fue iniciada en 2016 por los hibakusha de Hiroshima y Nagasaki, y respaldada por el Comité de Paz de la Soka Gakkai. En esa oportunidad, la Soka Gakkai presentó más de 610.000 firmas.

En su Propuesta de Paz: «La construcción de una era de solidaridad humana hacia un futuro para todos» (2020), el maestro Ikeda escribió: «Es vital que, juntos, entrelacemos los diversos hilos de la voluntad popular global en apoyo de la abolición de las armas nucleares, para impulsar decisivamente el proceso que la consolide como norma de la sociedad». 

También, se refirió a la compilación de testimonios de los hibakusha de Hiroshima y de Nagasaki llevada a cabo y publicada por la Soka Gakkai a lo largo de los años, donde se incluyen historias de numerosas mujeres. En un volumen que data de 2016, Joseitachi no Hiroshima (Las mujeres de Hiroshima), 14 sobrevivientes revelan, con sus testimonios, el sufrimiento experimentado después del bombardeo; entre diversas cuestiones, mencionan el estigma y las discriminaciones que padecieron en relación con el matrimonio y la maternidad, y lo que fue vivir bajo el terror constante a los efectos secundarios de la radiación.[3]

Al respecto de esta significativa publicación, el maestro Ikada afirmó: «Sin embargo, el mensaje de estas hibakusha no se limita a su determinación de no permitir que otro ser humano tenga que experimentar el mismo sufrimiento. Como denota el subtítulo del libro, “Para que nos sonría un futuro brillante”, lo que anima su lucha es el juramento de trabajar mancomunadamente para construir un mundo de paz, donde las madres y sus hijos puedan vivir sintiéndose seguros».

El movimiento juvenil de la Soka Gakkai por la paz que busca evitar una nueva tragedia nuclear tiene su origen el 8 de setiembre de 1957, fecha en que el segundo presidente de la organización, Josei Toda, dio a conocer su «Proclama para la abolición de las armas nucleares» en el estadio Mitsuzawa de Yokohama, en la prefectura de Kanagawa. Allí confió a la juventud la misión de crear conciencia pública sobre el mal absoluto de las armas nucleares. A partir de entonces, dicho compromiso fue llevado a múltiples acciones a través de la labor del maestro Daisaku Ikeda para promover la paz, la cultura y la educación.

Citas:
[1] https://www.instagram.com/p/DA-6c6_onkh/?igsh=MWc2NG00OTcwc21lcw%3D%3D&img_index=1
[2]  Véase UNODA: «Appeal of the Hibakusha».
[3]  Véase Departamento Juvenil de la Soka Gakkai (ed.): Hiroshima and Nagasaki.

© Humanismo Soka - 2024

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