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La única frase esencial: parte 1 (Material examen de nivel 1 y amigos Soka)

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Humanismo Soka

viernes, 31 de enero de 2025

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Fragmento de gosho: «Nam-myoho-renge-kyo es solo una frase, pero contiene la esencia del sutra entero. Usted me preguntó si uno podía alcanzar la Budeidad con solo invocar Nam-myoho-renge-kyo, y esta es la pregunta más importante de todas. Es el corazón de todo el sutra y la sustancia de sus ocho volúmenes. Nuestro rostro tiene solo treinta centímetros de largo, pero en él puede reflejarse el espíritu de todo nuestro cuerpo, que mide entre un metro y medio, y un metro ochenta centímetros de altura. Y el espíritu del rostro se manifiesta en los ojos, que miden menos de tres centímetros. [...] De la misma manera, en el título o daimoku –es decir, Nam-myoho-renge-kyo− se encuentra incluido todo el sutra, que consta de ocho volúmenes, veintiocho capítulos y 69.384 caracteres, sin que falte un solo ideograma». Los escritos de Nichiren Daishonin, pág. 966

Fragmento de gosho: «Nam-myoho-renge-kyo es solo una frase, pero contiene la esencia del sutra entero. Usted me preguntó si uno podía alcanzar la Budeidad con solo invocar Nam-myoho-renge-kyo, y esta es la pregunta más importante de todas. Es el corazón de todo el sutra y la sustancia de sus ocho volúmenes. Nuestro rostro tiene solo treinta centímetros de largo, pero en él puede reflejarse el espíritu de todo nuestro cuerpo, que mide entre un metro y medio, y un metro ochenta centímetros de altura. Y el espíritu del rostro se manifiesta en los ojos, que miden menos de tres centímetros. [...] De la misma manera, en el título o daimoku –es decir, Nam-myoho-renge-kyo− se encuentra incluido todo el sutra, que consta de ocho volúmenes, veintiocho capítulos y 69.384 caracteres, sin que falte un solo ideograma». Los escritos de Nichiren Daishonin, pág. 966

Fragmento de gosho: «Nam-myoho-renge-kyo es solo una frase, pero contiene la esencia del sutra entero. Usted me preguntó si uno podía alcanzar la Budeidad con solo invocar Nam-myoho-renge-kyo, y esta es la pregunta más importante de todas. Es el corazón de todo el sutra y la sustancia de sus ocho volúmenes. Nuestro rostro tiene solo treinta centímetros de largo, pero en él puede reflejarse el espíritu de todo nuestro cuerpo, que mide entre un metro y medio, y un metro ochenta centímetros de altura. Y el espíritu del rostro se manifiesta en los ojos, que miden menos de tres centímetros. [...] De la misma manera, en el título o daimoku –es decir, Nam-myoho-renge-kyo− se encuentra incluido todo el sutra, que consta de ocho volúmenes, veintiocho capítulos y 69.384 caracteres, sin que falte un solo ideograma». Los escritos de Nichiren Daishonin, pág. 966

Fondo de escena

Nichiren Daishonin envió esta carta desde Minobu, en el séptimo mes de 1278. La destinataria es la monja laica Myoho-ama, que vivía en la aldea de Okamiya, provincia de Suruga. Se sabe muy poco acerca de esta mujer, pero gracias a otro escrito posterior, sabemos que su esposo falleció poco después de recibir esta carta. Es posible que su pregunta sobre lograr la Budeidad tan solo entonando Nam-myoho-renge-kyo haya sido a instancias de su esposo enfermo. Fue una sincera creyente, que, luego de enviudar, también debió afrontar la pérdida de su hermano mayor; recibió varias cartas del Daishonin, quien al parecer depositó una gran confianza en ella. En la época del Daishonin, el sufijo «ama» se utilizaba para designar a las mujeres laicas de fe profunda y de abnegada consagración al budismo.


Introducción

En la vasta cantidad de cartas que escribió el Daishonin, muchas son respuestas a preguntas planteadas por sus discípulos. Debido a su personalidad abierta y accesible, los creyentes se sentían en libertad de preguntarle cualquier inquietud. Myoho-ama, en cierto sentido, formuló su pregunta en representación de todas las personas del Último Día de la Ley: «¿Puede uno lograr la Budeidad con solo invocar Nam-myoho-renge-kyo?». Este escrito «La única frase esencial», contiene la respuesta del Daishonin para esta seguidora y para todos los creyentes de esta época.


¿Cuál es la clave para manifestar el estado de Budeidad en nuestra vida cotidiana?

Al comienzo de este escrito, Nichiren Daishonin elogia a Myoho-ama. Manifiesta que su espíritu de búsqueda que la llevó a preguntar sobre el Sutra del loto es algo extremadamente inusual, y que por tal motivo acumulará una gran buena fortuna. En tal sentido, le expresa: «Que usted me pregunte sobre el Sutra del loto es uno de los seis actos difíciles, y representa un indicio seguro de que, si abraza este sutra, llegará a ser un buda con la forma que usted ya posee».1

Myoho-ama pudo haber vacilado en realizar su pregunta al Daishonin; quizás no haya sabido si era correcto de su parte interrogar al Buda. Pero tanto la alentó el Daishonin en su respuesta, que sus dudas e inseguridades seguramente habrán desaparecido al instante. Así era su actitud con sus discípulos; siempre trataba de infundir tranquilidad en el corazón de los demás. En respuesta a la pregunta de esta sincera discípula, el Daishonin afirma que quienes practican la Ley Mística lograrán manifestar la Budeidad sin abandonar su identidad actual. Eso quiere decir, en esta existencia. Cada uno de nosotros, siendo tal cual somos podemos hacer resplandecer nuestra naturaleza de Buda. Y a esto se lo llama «revolución humana».

Asimismo, el Daishonin indica, en este gosho, que Nam-myoho-renge-kyo es el corazón de todo el Sutra del loto. La práctica de entonar Nam-myoho-renge-kyo también puede describirse como un juramento, en la medida en que expresa nuestra determinación de reconocer y manifestar nuestra naturaleza de Buda. Es el compromiso frente a uno mismo de no retroceder jamás ante las dificultades y de transformar las propias aflicciones. Y, a la vez, la convicción de alentar a los semejantes a activar el potencial de la Ley Mística en su propia vida para que puedan ser felices.

Por eso, la base de la revolución humana es la oración profunda, que irrumpe desde la esencia de la vida. La persona que siempre basa su vida en Nam-myoho-renge-kyo, jamás se deja abatir por ningún estancamiento.

Cuando entonamos daimoku con profunda gratitud, brota un torrente de vitalidad inmensa desde lo más hondo de nuestra vida tomando contacto con una fuente de sabiduría, que nos permite alentar a los demás y mostrar pruebas concretas de nuestra victoria. Así pues, la conducta de cada uno se revela como una actividad creadora de valor, que responde perfectamente a las necesidades propias y ajenas.

¿De qué manera la entonación de Nam-myoho-renge-kyo frente al Gohonzon nos permite manifestar la Budeidad?

Nichiren inscribió el Gohonzon como representación del elevado estado de vida de la Budeidad, que él mismo manifestó en su propia vida. En el centro del Gohonzon se lee Nam-myoho-renge-kyo. Y, a ambos lados aparecen los nombres de todos los budas, bodisatvas y seres que representan diversas condiciones subjetivas de la vida, conocidas como los «Diez Estados». La inclusión de los mismos en el Gohonzon significa que todos los seres pueden revelar su naturaleza iluminada intrínseca al entonar Nam-myohorenge-kyo, la entidad de la sabiduría y el amor compasivo del Buda.

Cada practicante del budismo de Nichiren tiene en su casa un altar donde se encuentra entronizado el Gohonzon. La práctica de entonar daimoku al Gohonzon sincroniza el ritmo de nuestra vida con el estado de Buda que impregna el universo. Calibra nuestra vida, por así decirlo, para que ella pueda desplegar la fuerza de la Budeidad que lleva dentro.

Por tal motivo, podríamos afirmar que el Gohonzon de Nam-myoho-renge-kyo contiene en su totalidad la sabiduría del budismo y del Sutra del loto. El segundo presidente de la Soka Gakkai, Josei Toda, observó: «El Gohonzon es realmente grandioso. Pero, como es tan simple, las personas no logran comprenderlo». Porque la Ley es profunda, su práctica es simple.

El maestro Toda afirmaba con criterio didáctico que el Gohonzon era como una «máquina generadora de felicidad». Y el botón que ponía en marcha el Gohonzon era la práctica de entonar daimoku por la felicidad de uno mismo y de quienes nos rodean. Podría decirse que Nichiren Daishonin refinó y destiló el budismo hasta tal grado de purificación, que llegó a una esencia de simplicidad irreductible al alcance de todas las personas.

Esta filosofía es una compilación universal de sabiduría para la felicidad del género humano. Su esencia es el daimoku del Sutra del loto, es decir, Nam-myoho-renge-kyo. Por lo tanto, cuando nos basamos en el daimoku al Gohonzon todo pasa a ser motivo de crecimiento, todo se convierte en una oportunidad para pulir nuestra vida y crear valor.

Conclusión

Los miembros de la Soka Gakkai nos desafiamos para poner en acción el principio de lograr la Budeidad en esta existencia, a través de nuestro desafío cotidiano en la oración por nuestra felicidad y la de quienes nos rodean. Como expresó el maestro Ikeda: «Entonamos daimoku seriamente ante el Gohonzon por los problemas que enfrentamos en nuestra vida, nos esforzamos y volcamos toda nuestra sagacidad en aras de resolverlos. Cuando practicamos el budismo con sinceridad dentro de la difícil realidad social y, allí, nos dedicamos al kosen-rufu, la sabiduría de Buda aflora con toda certeza desde nuestro interior. La Soka Gakkai es una fortaleza de personas anónimas que han hecho el juramento de ser, cada una, un faro de esperanza para sus semejantes. Es una red de personas que trabajan juntas basadas en la convicción de que pueden crear felicidad para sí mismas y para otros, por medio de su revolución humana».2


1 Los Escritos de Nichiren Daishonin, Tokio, Soka Gakkai, 2008, pág. 966.

2 IKEDA Daisaku, Iluminando al mundo con el budismo del sol: La alegría del 3 de mayo, un orgullo castillo de personas comunes con la misión de los Bodisatvas de la Tierra (Traducción del artículo publicado en la edición de mayo de 2019 del Daibyakurenge, revista mensual de estudio de la Soka Gakkai).

© Humanismo Soka - 2024

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