Menú

Las tres clases de tesoros: parte 1 (Material examen de nivel 1 y amigos Soka)

Las tres clases de tesoros: parte 1 (Material examen de nivel 1 y amigos Soka)

Las tres clases de tesoros: parte 1 (Material examen de nivel 1 y amigos Soka)

Humanismo Soka

viernes, 31 de enero de 2025

viernes, 31 de enero de 2025

«[El budismo enseña [la importante doctrina de] que cuando la naturaleza de Buda se manifiesta desde nuestro interior, uno recibe protección desde el exterior. Es uno de sus principios fundamentales.La expresión de su rostro delata con elocuencia un temperamento irascible. Pero sepa que las funciones celestiales no protegerán a una persona de mal carácter, ni aun considerándola alguien muy importante [...] Y no ande por ahí lamentándose ante los demás de cuánto le cuesta vivir en este mundo; una actitud así es totalmente impropia de un hombre digno». Los escritos de Nichiren Daishonin, pág. 889-890.

«[El budismo enseña [la importante doctrina de] que cuando la naturaleza de Buda se manifiesta desde nuestro interior, uno recibe protección desde el exterior. Es uno de sus principios fundamentales.La expresión de su rostro delata con elocuencia un temperamento irascible. Pero sepa que las funciones celestiales no protegerán a una persona de mal carácter, ni aun considerándola alguien muy importante [...] Y no ande por ahí lamentándose ante los demás de cuánto le cuesta vivir en este mundo; una actitud así es totalmente impropia de un hombre digno». Los escritos de Nichiren Daishonin, pág. 889-890.

«[El budismo enseña [la importante doctrina de] que cuando la naturaleza de Buda se manifiesta desde nuestro interior, uno recibe protección desde el exterior. Es uno de sus principios fundamentales.La expresión de su rostro delata con elocuencia un temperamento irascible. Pero sepa que las funciones celestiales no protegerán a una persona de mal carácter, ni aun considerándola alguien muy importante [...] Y no ande por ahí lamentándose ante los demás de cuánto le cuesta vivir en este mundo; una actitud así es totalmente impropia de un hombre digno». Los escritos de Nichiren Daishonin, pág. 889-890.

INTRODUCCIÓN

Cada pasaje de este escrito rebosa el profundo amor compasivo de Nichiren Daishonin, cuya prioridad era alentar sin reservas a cada uno de sus discípulos desde el comportamiento humano más elevado. El Daishonin enseña a su leal discípulo la importancia de vivir como una persona de sabiduría y expone cuán importante puede ser nuestro comportamiento como seres humanos en épocas de adversidad. ¿Cómo debemos comportarnos como budistas? ¿Cómo adoptar acciones sabias y fuertes para vencer cualquier adversidad? En esta carta, el Daishonin responde a dichas preguntas, explicando la forma esencial de vivir para los practicantes budistas

FONDO DE ESCENA

Las tres clases de tesoros es una carta dirigida a Shijo Kingo, fechada en septiembre de 1277. Cuando el Daishonin escribió esta carta, Shijo Kingo estaba pasando por una serie de graves dificultades, pero a pesar de su difícil realidad, Kingo siguió fielmente la orientación detallada de su maestro, y perseveró con tenacidad en su práctica budista. Ayudar a las personas a cultivar su humanismo es el proceder emblemático de un budista. En otras palabras, significa esforzarnos en hacer constantemente la propia revolución humana.

¿Qué sucede con nuestra vida y nuestro entorno cuando activamos la naturaleza de Buda dentro de nosotros?

Aquí, el Daishonin explica uno de los principios budistas más importantes: la naturaleza de buda se manifiesta desde el interior de la vida, pero al hacerlo genera como respuesta la protección desde afuera. Cuando activamos nuestra naturaleza de Buda, ella induce en el ambiente una respuesta de protección de parte de las funciones protectoras de la vida. Somos nosotros los que poseemos esta naturaleza de Buda; en tal sentido, depende de nosotros activarla y manifestarla. Aunque decimos que las funciones universales o «deidades celestiales» nos protegen, el primer paso de ese proceso es emprender nuestra propia revolución humana. Sin falta podemos transformar cualquier situación o medio ambiente si cambiamos nuestra disposición interna y revelamos nuestra naturaleza de Buda. Todos los miedos se desvanecen en el momento en que creemos, con todo nuestro corazón, «yo soy el único guionista de mi vida». Este principio expresa la singularidad del budismo de Nichiren Daishonin, completamente distinto de una fe que deposita su esperanza de salvación en un poder externo. Como todos poseemos la naturaleza de Buda, cuando entonamos Nam-myoho-renge-kyo con la mente bien enfocada, se activa y aflora esa Budeidad en nosotros, que también reside en todos los fenómenos del universo. Manifestar nuestra propia Budeidad interior genera circunstancias en las cuales uno recibe protección desde el exterior. Todo esto depende de nuestra determinación o foco interior.

En relación al aliento que el Daishonin le brinda a Shijo Kingo sobre su carácter y su postura: ¿qué significa aplicar el budismo en la vida cotidiana?

Shijo Kingo tendía a ser muy frontal y directo, y se manejaba con un sentido tajante de lo correcto y lo incorrecto. Pero esto, a veces, podía ser una desventaja. Por eso, el Daishonin le dice sin vueltas: «Las funciones celestiales no protegerán a una persona de mal carácter». En lo que concierne a la Budeidad, no hay ningún tipo de discriminación en torno a la personalidad de la gente. Cualquier tipo de carácter puede brillar y resplandecer si es iluminado por la Ley Mística. Nuestro movimiento por el kosen-rufu puede adquirir un desarrollo perfecto y armonioso utilizando a pleno la singularidad única y valiosa de cada miembro. Sin embargo, el Daishonin adopta un tono severo para disipar la ignorancia o la oscuridad innata de su discípulo. En el caso de Shijo Kingo, existía el peligro real de que su temperamento volcánico pusiera en segundo plano sus muchas virtudes y agravara la situación. La ignorancia da origen a impulsos oscuros, y alimenta las tendencias negativas. Todos tenemos aspectos de nuestra revolución humana en los cuales necesitamos desafiarnos por transformar. Lo importante es que confrontemos el defecto más notable de nuestra vida y que nos esforcemos por lograr un desarrollo y un crecimiento positivos.

Las personas, arrebatadas por sus propias ideas sobre lo que está bien y lo que está mal, a menudo olvidan tener en cuenta los sentimientos de los demás, y provocan fricciones y resentimientos. El Daishonin por eso le habla sin atenuantes: temía que si esto llegaba a sucederle a Shijo Kingo, obrase como una hendija por la cual se filtraran las funciones destructivas, como la queja y las lamentaciones. 

Cuando nos quejamos de nuestros problemas, demoramos nuestro desarrollo espiritual.  El Daishonin específicamente advierte contra el lamento y la queja. Este pasaje apunta a la facilidad con que el ser humano se lamenta o se queja de las cosas que escapan a su control. Todos estamos expuestos a caer en esta actitud. Hasta Shijo Kingo, que estaba dispuesto a dar la vida al lado del Daishonin en el momento crucial, tendía a experimentar dificultades con las relaciones humanas, a causa de su rigidez. Cuando el Daishonin le aconseja a su discípulo que no ande lamentándose por la vida, lo que le enseña es que vivir quejándose de la propia desventura no es propio de la gente sabia, sino de los necios. La queja amplifica la propia negatividad y la debilidad interior, y es causa de estancamiento. Aquí, el Daishonin explica a Shijo Kingo que el camino seguro hacia la victoria en la vida es deshacerse de la actitud quejosa y desafiarse de frente a hacer su propia revolución humana.

CONCLUSIÓN 

En esta carta, el Daishonin enseña a Shijo Kingo que su victoria no solo se limita a su propia persona, sino que tiene relación directa con el triunfo de toda la comunidad de discípulos del Daishonin. El maestro Ikeda semana: «Creemos en el potencial de todas las personas, y por eso salimos al encuentro de los demás, dispuestos a entablar lazos positivos y significativos con ellos. La conducta de los miembros de la SGI corporifica el respeto a los demás. Esto, en sí, prueba que han cultivado profundamente el estado de vida de los budas y de los bodisatvas. No existe un beneficio mayor. La brisa fragante de la felicidad envuelve ilimitadamente su vida. Los miembros de la SGI son verdaderos héroes del pueblo. Son grandes defensores y campeones de la vida». [1]

No existe un beneficio mayor.  Ha llegado la hora de que la luz radiante de nuestro humanismo y de nuestra conducta humana refulja y deslumbre con brillo sin igual a toda nuestra sociedad.


CITAS

1 IKEDA, Daisaku: La nueva revolución humana, Buenos Aires: Azul Índigo, 2020, vol. 4, pág. 22.

© Humanismo Soka - 2024

© Humanismo Soka - 2024

© Humanismo Soka - 2024