Menú

¿Cómo medimos distancias en el espacio?

¿Cómo medimos distancias en el espacio?

¿Cómo medimos distancias en el espacio?

Humanismo Soka

miércoles, 7 de agosto de 2024

miércoles, 7 de agosto de 2024

En el vasto universo, la distancia es un concepto que desafía nuestra comprensión. En esta nota exploraremos las unidades de medida que nos permiten entender las enormes distancias interestelares, como los años luz, y descubriremos cómo los científicos miden las inmensidades del espacio para desentrañar sus secretos.

En el vasto universo, la distancia es un concepto que desafía nuestra comprensión. En esta nota exploraremos las unidades de medida que nos permiten entender las enormes distancias interestelares, como los años luz, y descubriremos cómo los científicos miden las inmensidades del espacio para desentrañar sus secretos.

En el vasto universo, la distancia es un concepto que desafía nuestra comprensión. En esta nota exploraremos las unidades de medida que nos permiten entender las enormes distancias interestelares, como los años luz, y descubriremos cómo los científicos miden las inmensidades del espacio para desentrañar sus secretos.

Distancias en nuestro Sistema Solar

Todos sabemos que los planetas son cuerpos gigantes, algunos de ellos principalmente compuestos de roca y otros mayormente por gases. También sabemos que las distancias que separan a los planetas en el espacio son enormes. Pero, ¿Qué tan grandes son los cuerpos del Sistema Solar y las distancias que los separan?




Intentemos comprender las distancias en nuestro sistema solar. Por ejemplo, nuestro planeta tiene unos casi 13.000 km de diámetro y la distancia que nos separa del Sol es de unos 150 millones de kilómetros (conocida como unidad astronómica). Pero esto no nos ayuda mucho en nuestro intento de comprender realmente la distancia que nos separa del Sol. El problema es que nuestra mente cotidiana no está acostumbrada a lidiar con distancias tan grandes. Por eso los astrónomos encontraron una manera de simplificarlo un poco. Acá es donde entra en juego la luz.

La velocidad de la luz

Cuando los científicos fueron capaces de calcular la velocidad de la luz en el vacío logramos dominar un recurso muy valioso que volvió posible determinar a qué distancia están los objetos lejanos de la Tierra e incluso de otras estrellas y galaxias. A través de varias y precisas mediciones pudimos dar con la respuesta de que la luz viaja a unos 300.000 km por segundo. De esta manera podemos deducir que si la Luna está a unos 400.000 km de distancia de la Tierra aproximadamente, la luz que nos llega de ella tarda casi un segundo y medio en alcanzar nuestros ojos.

Siguiendo esta lógica, el Sol se encuentra a unos 8 minutos luz de distancia de la Tierra (es decir que la luz proveniente del Sol tarda 8 minutos en llegar hasta nosotros). Pero esto también tiene un significado más: Todo el tiempo estamos viendo cómo era el Sol hace 8 minutos, de esta manera deducimos que cuanto más lejos miramos en el espacio, más atrás estamos mirando en el tiempo.

Años luz

La estrella más cercana a nuestro sistema solar es Próxima Centauri, que se ubica a unos cuatro años luz de distancia, por lo tanto esa luz que vemos hoy, demoró cuatro años en llegar hasta nuestro planeta.

Desde ahora ya entramos en el terreno de los años luz, que a diferencia de lo que a veces se cree popularmente, se refiere a la unidad de medida para medir distancias. Hoy en día sabemos que un año luz son aproximadamente 9 billones de kilómetros, la estrella Próxima Centauri por lo tanto está a unos 36 billones de kilómetros de distancia de la tierra. Por eso para simplificar cifras tan grandes usamos la unidad de los años luz para referirnos a distancias que los kilómetros, por la cantidad de ceros que llevan, serían engorrosas para escribirlas.


Los confines del espacio y del tiempo

El hecho de haber expandido nuestros horizontes más allá del sistema solar y de las estrellas cercanas significa que la astronomía moderna comprende no solo una vasta porción del espacio, sino también del tiempo. Dependemos de la luz para conocer los objetos que hay en el espacio: los identificamos con el aspecto que tenían cuando la luz salió de ellos en su lugar de origen. De esta manera, cuando miramos las estrellas lo que hacemos es mirar cómo era su luz en el pasado.

Esa capacidad es un don invaluable: nos permite ver partes de nuestro universo tal como eran hace muchos años atrás. Es como si un arqueólogo pudiera ver a través de un telescopio a los primeros homo sapiens caminando por la tierra como si estuvieran ahí enfrente suyo.

La vasta extensión del Cosmos, los misterios explorados y los que aún esperan ser descubiertos

La posibilidad de mirar el pasado existe desde que la humanidad vio las estrellas por primera vez. Por ejemplo, ¿sabías que las estrellas en el cinturón de Orión –mejor conocidas acá como las tres Marías– y su luz vista por generaciones de seres humanos viajó por lo menos 1000 años hasta alcanzarnos? Cada vez que miramos el cielo tenemos la oportunidad de comprender la historia del universo, al observar sus partes más distantes tal como eran hace miles, millones o miles de millones de años. Está es una característica distintiva de la astronomía que se ha desarrollado ampliamente durante el último siglo, desde que logramos ver más allá de nuestra galaxia, la Vía Láctea.



El espacio es tan inmenso que los números que describen sus distancias parecen perder sentido. Para resolver el problema sobre la enorme extensión del universo, tanto en espacio como en tiempo, la astronomía moderna inventó maneras de explicar las escalas del espacio, simplificando lo complejo y dejando de lado algunos detalles. 

Sin embargo, a medida que conocemos más nos damos cuenta cuánto hay aún por descubrir. Podemos observar nuestro Sistema Solar, pero ¿qué sucede en las regiones más lejanas del Cosmos?  Allí donde hay estrellas rodeadas de planetas similares a la Tierra, galaxias que colisionan agujeros negros o donde estallan en su épico final antiguas estrellas… Estos y otros temas son especialmente interesantes y vale la pena conocerlos a fondo. Pero vamos a detenernos acá por esta vez. Y te invitamos a seguir explorando este apasionante viaje por el universo en los próximos artículos.

© Humanismo Soka - 2024

© Humanismo Soka - 2024

© Humanismo Soka - 2024