Humanismo Soka
¡Felicitaciones por esta reunión de la sede central para responsables, la primera que se celebra en la Sede del Gran Juramento del Kosen-rufu!
«La asamblea sobre el sagrado Pico del Águila continúa con toda solemnidad y aún no se ha dispersado».[1] Estas palabras describen perfectamente este encuentro de la familia Soka, unida por la promesa de «cumplir el gran juramento del kosen-rufu mediante la propagación benevolente de la gran Ley».[2] ¡Qué asamblea tan magnífica e infinitamente creativa!
Estoy seguro de que nuestros dos primeros presidentes, Tsunesaburo Makiguchi y Josei Toda, estarían especialmente dichosos de ver el avance y el crecimiento pujante de nuestros jóvenes, quienes demuestran claramente que «del índigo se obtiene un azul mucho más intenso».
Anticipándonos al 90.° aniversario de la Soka Gakkai (el 18 de noviembre), grabemos profundamente en nuestra vida, una vez más, las piedras angulares de la inseparabilidad de maestro y discípulo. En noviembre de 1944, en el fragor de la Segunda Guerra Mundial, el señor Makiguchi dio la vida en defensa de sus convicciones, luego de haberse dedicado con enorme altruismo a propagar la Ley budista. Ese mismo mes, en el contexto de una intensa lucha en la cárcel por proteger la enseñanza correcta, el señor Toda tuvo una profunda revelación que le permitió comprender y asumir su identidad como Bodisatva de la Tierra.
La Soka Gakkai es una asamblea de Bodisatvas de la Tierra, convocados por la solemne determinación de esta inseparabilidad de maestro y discípulo que trasciende los lazos de la vida y la muerte.
Cada miembro de nuestra organización es un bodisatva que ha irrumpido de la tierra, abrigando desde el tiempo sin comienzo el rotundo compromiso de trabajar por el kosen-rufu y de establecer la enseñanza correcta para asegurar la paz de este mundo. Cada uno de ellos ha surgido voluntariamente, por su propio deseo, en la época más difícil y en los lugares más complejos, para liberar a la humanidad del sufrimiento y la desdicha.
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Los Bodisatvas de la Tierra poseen un poder incalculable, porque entonan y propagan la Ley Mística.
En La herencia de la Ley suprema de la vida y en otros escritos, Nichiren Daishonin indica que los Bodisatvas de la Tierra pueden aliviar a las personas y al mundo de los padecimientos, en la medida en que manifiestan un amor compasivo primordial, capaz de abarcar el universo. Declara que ellos corporifican el poder de los cinco caracteres de Myoho-renge-kyo, que se relacionan con los cinco elementos de tierra, agua, fuego, viento y espacio (cielo).[3] Esto podría explicarse de la siguiente manera:
1) Así como el elemento del fuego quema y da luz, los Bodisatvas de la Tierra extinguen por completo los sufrimientos y dolores, y los convierten en la sabiduría de avanzar hacia la dicha, iluminando la oscuridad de las cuatro aflicciones del nacimiento, la vejez, la enfermedad y la muerte con la luz de la eternidad, felicidad, pureza e identidad verdadera.
2) Así como el elemento del agua lava la suciedad, los Bodisatvas de la Tierra limpian y remueven las impurezas del karma y de la época.
3) Así como el elemento del viento barre el polvo, los Bodisatvas de la Tierra eliminan los obstáculos y funciones demoníacas, e infunden a la gente una energía renovada.
4) Así como el elemento de la tierra nutre y sustenta el crecimiento de los árboles y de las plantas, los Bodisatvas de la Tierra cultivan la vida con un estado firme y elevado. Pueden construir una sociedad de paz, coexistencia armoniosa, seguridad y protección, donde cada persona pueda florecer fiel a sí misma, de acuerdo con el principio de la floración de los «cerezos, ciruelos, durazneros y albaricoqueros».[4]
5) Así como el cielo provee lluvia benefactora a todas las cosas, los Bodisatvas de la Tierra pueden crear valores que enriquecen y revitalizan la vida.
¡El Daishonin nos alienta desde una altura realmente cósmica!
Como tercer presidente de la Soka Gakkai, heredero y continuador de los maestros Makiguchi y Toda, he abierto rutas al kosen-rufu mundial junto a mis valientes y confiables compañeros, en lucha conjunta y marchando por la justicia. Lo hemos hecho entonando Nam-myoho-renge-kyo por nuestra felicidad y por la felicidad de otros, y activando el poder inagotable de la Ley Mística para prevalecer sobre todos los ataques de los tres obstáculos y los cuatro demonios.
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La década siguiente, entre este nonagésimo aniversario y el centenario de nuestra organización (en 2030) será crucial para la Soka Gakkai. Debemos decidirnos, más todavía, a dar una prueba triunfal de nuestra revolución humana, a transformar todo este gran mal en un gran bien, y a imprimir un cambio positivo en el destino de la humanidad.
La próxima Reunión Mundial de Jóvenes (que se realizará el 27 de septiembre) marcará el inicio pletórico de esperanza de ese grandioso viaje de maestro y discípulo.
¡Marchemos siguiendo el liderazgo de nuestros amados jóvenes, ciudadanos globales de la Soka, y pongamos en juego la ilimitada vitalidad de los Bodisatvas de la Tierra! ¡Así, acrecentemos más y más nuestra red de buenos amigos, y cumplamos orgullosamente el juramento del mentor y los discípulos!
¡Sepan que estoy orando con toda mi alma por la salud, la seguridad, la felicidad, la armonía y el éxito de todos y cada uno de ustedes, mis queridos compañeros, infinitamente preciados!
(Traducción del artículo publicado el 27 de agosto de 2020 en el Diario Seikyo, periódico de la Soka Gakkai).
[CITAS]
[1] Pasaje que aparece en las enseñanzas esotéricas transmitidas oralmente por el gran maestro T’ien-t’ai de la China. Véase The Record of the Orally Transmitted Teachings (Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente), traducido por Burton Watson, Tokio: Soka Gakkai, 2004, pág. 135.
[2] De una de las inscripciones que se leen en el Gohonzon de la Soka Gakkai, entronizado en la Sede del Gran Juramento del Kosen-rufu.
[3] Cinco elementos constitutivos de todo lo que existe en el universo.
[4] Véase Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente, pág. 200.