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Mirai Hombu: El verdadero sentido de la amistad

Mirai Hombu: El verdadero sentido de la amistad

Mirai Hombu: El verdadero sentido de la amistad

Humanismo Soka

viernes, 10 de enero de 2025

viernes, 10 de enero de 2025

¿Por qué a veces discutimos con nuestros compañeros? ¿Cómo hacemos para construir vínculos sanos? ¿Qué es ser un buen amigo? Hoy, profundizaremos juntos sobre el verdadero sentido de la amistad.

¿Por qué a veces discutimos con nuestros compañeros? ¿Cómo hacemos para construir vínculos sanos? ¿Qué es ser un buen amigo? Hoy, profundizaremos juntos sobre el verdadero sentido de la amistad.

¿Por qué a veces discutimos con nuestros compañeros? ¿Cómo hacemos para construir vínculos sanos? ¿Qué es ser un buen amigo? Hoy, profundizaremos juntos sobre el verdadero sentido de la amistad.
El significado de ser un buen amigo

Una vez, el maestro Ikeda dijo a los integrantes de Mirai Hombu: «Los corazones pueden comunicarse atravesando cualquier distancia; las personas pueden crear lazos fraternos cualquiera sea su edad o circunstancia. Así de inmenso es el poder de la amistad». [1]

Puede ocurrir, a medida que crecemos, que nos sintamos solos, no nos llevemos del todo bien con nuestros compañeros, o incluso lleguemos a discutir con ellos. Esto a veces tiene que ver con que uno está empezando a definir su propia personalidad y su manera de ver las cosas. A veces, sucede que con ese amigo con quien teníamos tantas cosas en común, de repente no nos llevamos tan bien. Otras veces, podemos sentir soledad o melancolía. Pero esto pasa porque estamos madurando y creciendo: día tras día, desarrollamos nuestra vida y así también cambia el tipo de amistades que queremos construir. Esto es parte de crecer, un proceso que lleva a cultivar la independencia y aprender quiénes son las personas realmente importantes en nuestra vida. 

Sin importar que hoy consideremos que no tenemos ningún amigo, si seguimos siendo fieles a nosotros mismos y nos relacionamos con los demás de manera agradable y amistosa, adquiriremos la capacidad y la sabiduría de trabajar con quienes nos rodean de forma solidaria. Hay una frase de un pensador llamado Confucio que dice: «Un caballero hace amigos gracias a su cultura, y con esos amigos desarrolla su humanidad». [2] Esto significa que nuestros conocimientos y todo lo que aprendemos nos permite entablar amistad con las personas, y que, a su vez, esos amigos nos ayudan a crecer como seres humanos.

El maestro Ikeda explica que la amistad tiene dos «alas» que nos permiten volar juntos hasta nobles alturas, sin dejarnos arrastrar por los sentimientos de afinidad y rechazo.  


Una es el deseo de aprender, y la otra es el desarrollo personal. Los buenos amigos buscan la compañía de aquellos que quieren aprender y mejorar como personas. Y es junto a los buenos amigos como podemos pulir y cultivar nuestra personalidad. La amistad verdadera entre personas que aspiran a elevadas metas puede multiplicar enormemente los frutos de su esfuerzo». [3] Crear amistades para inspirar nuestra vida nos brinda el coraje de avanzar hacia todos los sueños que abriguemos en el corazón.

En particular, esos amigos que hacemos en nuestras clases pueden ser un grandioso impulso para nuestro crecimiento. Si estudiamos junto a ellos con el espíritu de competencia amistosa, nuestro esfuerzo por mejorar inspirará a su vez a nuestros amigos y así impulsaremos un gran avance. 

«A medida que vayan trascendiendo las afinidades y las diferencias basados en cuestiones superficiales», explica el maestro Ikeda, «y se esfuercen por mejorar como personas, activarán no sólo su propio potencial, sino las virtudes de sus amigos. Así, podrán respetarse unos a otros y celebrar los méritos de sus compañeros. Quiero que todos experimenten la verdadera riqueza de la amistad». [4]

¿Por qué a veces nos llevamos mal con nuestros compañeros?

Cuando le preguntaron al maestro Ikeda cómo remontar los conflictos que a veces surgen con nuestros compañeros, expresó que el solo hecho de querer mejorar la situación es en sí prueba de que estamos creciendo. Esto es así porque uno justamente se preocupa de cosas que le importan. En ese sentido, alienta a, en vez de abrumarse por los problemas entre amigos, buscar inspiración en los buenos libros o en la vida de grandes personas. Hay muchos libros que desarrollan las relaciones entre amigos, como ¡Corre, Melos!, de Osamu Dazai (1909-1948), El Principito, de Saint-Exupery (1900-1944), Las aventuras de Tom Sawyer, de Mark Twain (1835-1910) o Jean Christophe, de Romand Rolland (1866-1944). Incluso, hoy podemos encontrar historias más actuales que desarrollan a fondo esta temática tan importante, como la reconocida saga Harry Potter, de J. K. Rowling (1965-), el manga y animé Naruto, de Masashi Kishimoto (1974-) o la película Toy story (John Lasseter, 1955).

Todos somos seres humanos: es natural sentir afinidad y rechazo hacia determinadas personas. Quizás alguna vez nos sucedió que esa persona que considerábamos tan distinta, que intentábamos evitar o que no nos gustaba, resulta ser alguien con quien podemos llevarnos muy bien. Otras veces pasa que, justamente porque alguien es un amigo muy cercano, discutimos o tenemos fuertes diferencias. Es por esto que lo más importante es que seamos nosotros mismos, y, a través de aciertos y errores, nos fortalezcamos. Cuando somos fuertes, podemos crear amistades maravillosas e indestructibles.  

Si alguna vez peleamos con un amigo, es importante que demos el primer paso para arreglar las cosas y retomar la amistad. No seamos débiles: afrontemos con coraje las dificultades y construyamos hermosos vínculos con todas las personas. Mientras podamos actuar así, sin falta los lazos con nuestros amigos se tornarán cada vez más profundos. Esta es la actitud que, durante toda la vida, mantuvo nuestro maestro Daisaku Ikeda. Una sugerencia que él nos hace es que, a la hora de pedir perdón a un amigo, lo miremos a los ojos. Así, el conflicto se convertirá en la oportunidad de ser mejores amigos. [5]

Situaciones de acoso

Sin embargo, podemos establecer una diferencia de aquella circunstancia con las situaciones de acoso. «Acosar a un compañero es una forma de violencia que no puede ni debe ser tolerada en ningún caso», nos dice el maestro Ikeda. [6] Y si alguien nos llegara a acosar, nos alienta a que no nos sintamos avergonzados ni dudemos en hablar con alguien sobre la situación. ¡No suframos solos! No temamos preocupar a los demás si les contamos lo que está sucediendo. Incluso si nos cuesta hablar cara a cara, podemos escribirles una carta, un mensaje, llamarlos, o cualquier forma que nos sea más cómoda.

«Aunque en esos momentos su sufrimiento sea tan terrible que les haga perder las ganas de vivir», sigue el maestro Ikeda, «por favor, valoren su vida, porque no hay nada más valioso en el mundo. Por favor, valórense, respétense… Algo que pude aprender en mis encuentros y diálogos con líderes de todo el mundo es que aquellos que fueron víctimas de acoso llegaron a ser personas excepcionales. Todas pudieron ser felices. Por otro lado, los que han acosado y maltratado a otros, invariablemente terminan sufriendo». [7]

Recientemente, un famoso actor de cine contó que, durante su infancia y adolescencia, sufría de bullying. Esta situación le generaba una enorme tristeza, pero él tenía un gran sueño en su corazón: quería que sus actuaciones conmuevan al mundo. A pesar de lo difícil que era a veces ir a la escuela y perseverar en sus estudios, no se rindió, dispuesto a proteger su sueño. Fue así que, algunos años más tarde, terminó protagonizando muchísimas películas reconocidas a nivel mundial. Hoy, su experiencia alienta a muchísimos jóvenes a atravesar toda circunstancia y genera conciencia sobre la importancia de convertirnos en buenos amigos.

Llegados a este punto, podríamos preguntarnos: ¿cómo hacemos, entonces, para comenzar a hacer nuevos amigos? En primer lugar, es muy importante tomar la iniciativa de saludar a los demás y empezar el diálogo, tal como hacía el buda Shakyamuni, quien siempre aprovechaba cada oportunidad para dialogar con los demás. Aunque sea la primera vez que estamos frente a alguien, podremos construir una gran amistad si, con corazón abierto y generoso, tenemos el valor para hablarles teniendo presente que son personas igual que nosotros, y más allá de que quizás tenemos intereses distintos y otros puntos de vista. La amistad siempre empieza por nosotros mismos. Para construir un vínculo basado en el honor, tenemos que abrigar ideales honorables y vivir toda la juventud dignamente. Pensemos: «¡Aunque otros me traicionen, yo nunca le voy a hacer eso a nadie!». La victoria brilla en aquellos que creen en sus amigos hasta el final.

La vida consiste en hacer buenos amigos. Pero, aunque no tengamos en este momento alguien a quien considerar un amigo de verdad, no nos impacientemos. Sin dudas, algún día, tendremos amigos grandiosos. 

La amistad es lo más importante en la vida

Una vez, un grupo de estudiantes primarios de nuestro país le envió al maestro Ikeda una serie de preguntas. Entre ellas, una decía «¿Qué considera usted lo más importante?». Ikeda les respondió: 

«La amistad. He aprendido que todo se reduce a eso. La amistad es un tesoro. Y es una causa de felicidad. Es como una corona de flores que adorna nuestra vida. Cuanto más se expanden y profundizan nuestras amistades, más amplia y profunda se vuelve nuestra vida. La amistad duplica nuestras dichas y reduce a la mitad nuestras amarguras». [8]

Aunque a veces pensemos que la amistad es hacer tal cosa que todos los que parecen muy amigos hacen, como tomarse fotografías o grabar videos, en realidad la verdadera amistad significa compartir las alegrías y tristezas, alentarnos unos a otros y trabajar con sabiduría y armonía para construir un mundo de paz. Una sola amistad puede abrir camino al porvenir, y ella existe cuando la vida de uno y la de nuestros amigos brillan e iluminan juntas el mundo que nos rodea. 

Una vez, el premio Nobel de la Paz argentino, Adolfo Pérez Esquivel, contó una anécdota de un campesino que tenía unos granos de maíz de calidad incomparable. Cuando le preguntaron cómo logró que sean tan buenos, dijo que su secreto era compartir las mejores semillas con los granjeros vecinos. Como el polen de las plantas de maíz es diseminado por el viento hacia las cuatro direcciones, si sus vecinos cultivaban granos de mala calidad, iba a afectar su propio sembradío. Así, Esquivel explicó que, si queríamos vivir en paz, debíamos ayudar a los demás a también vivir en paz. [9]

También, Nichiren Daishonin escribió una vez: «Un árbol trasplantado no caerá, aunque sople el viento con furia, si tiene un firme puntal que lo sostenga”. [10]

Todo gran árbol comienza siendo un retoño, que una vez plantado tiene que echar raíces firmes. Si no son fuertes, cualquier viento lo volará. Por eso, solemos ver pequeños arbolitos con una estaca atada, que le da apoyo y le permite ganar tamaño y altura, hasta llegar a resistir las más bravas tempestades. Lo mismo sucede con las personas: si venimos estudiando para un examen, pero un día nos cansamos y pensamos «ya no doy más», un aliento de un amigo que nos diga «¡Vamos! ¡No te des por vencido ahora!», nos brindará la inspiración que necesitamos para seguir esforzándonos hasta triunfar. Con el apoyo de nuestros amigos, podemos hacer cosas que en soledad no tendríamos la fuerza de concretar. 

Para cerrar, queremos compartir una frase del maestro Ikeda:

«Tengo entendido que, a veces, los leones rugen juntos, llamando a sus compañeros. Cuando un león ruge, otro león ruge con él, con lo que se va creando un coro imponente que puede oírse a enorme distancia, a través de las planicies. [...] Con un resonante y audaz rugido, dejemos escrita una victoriosa crónica de amistad cada nuevo día, y a lo largo del nuevo año, con el mejor de los ánimos». [11]

¡Queridos amigos y amigas de Mirai Hombu! ¡Avancemos juntos este 2025, para crear incontables lazos de amistad, y compartiendo una maravillosa historia de triunfos, hasta concretar cada uno de nuestros más grandes sueños!


CITAS

[1] IKEDA, Daisaku: Orientaciones del Presidente de la SGI para Mirai Hombu: ¡EXTIENDAN SUS ALAS AL PORVENIR! Traducción del artículo publicado en la edición del 1.º de septiembre de 2016 del boletín Mirai [Futuro], publicación mensual del Departamento Estudiantes de Enseñanza Media Básica y Superior de la Soka Gakkai.

[2] CONFUCIO: The Analects of Confucius (Analectas), trad. ingl. por Simon Leys, Nueva York: W. W. Norton and Company, 1997, pág. 59.

[3] IKEDA, Daisaku: Orientaciones del Presidente de la SGI para Mirai Hombu. DIÁLOGO PARA EL FUTURO:  RECORRER JUNTO CON USTEDES EL CAMINO DE LA VICTORIA. Traducción del artículo publicado en la edición del 1.ª de julio del boletín Mirai [Futuro], publicación mensual del Departamento Estudiantes de Enseñanza Media Básica y Superior de la Soka Gakkai.

[4] Ib.

[5] IKEDA, Daisaku: Orientaciones del Presidente de la SGI para Mirai Hombu ¡REMONTEN VUELO HACIA EL CIELO DE LA ESPERANZA! Traducción del artículo publicado en la edición del 1.o de marzo de 2014 del Boys and Girls Hope News [La esperanza de los niños], publicación mensual de la Soka Gakkai destinada al Departamento Estudiantes  de la Primaria.

[6] Ib.

[7] Ib.

[8] IKEDA, Daisaku: Orientaciones del Presidente de la SGI para Mirai Hombu: ¡EXTIENDAN SUS ALAS AL PORVENIR! Traducción del artículo publicado en la edición del 1.º de septiembre de 2016 del boletín Mirai [Futuro], publicación mensual del Departamento Estudiantes de Enseñanza Media Básica y Superior de la Soka Gakkai.

[9] PÉREZ ESQUIVEL, Adolfo e IKEDA,  Daisaku: La fuerza de la esperanza, Buenos Aires: Azul Índigo, 2017.

[10] Los escritos de Nichiren Daishonin (END), Tokio: Soka Gakkai, 2008, pág. 627.

[11] IKEDA, Daisaku: Editorial Amistad: la más bella melodía de la vida. Publicado en la edición de diciembre de 2006 de Daibyakurenge, revista mensual de estudio de la Soka Gakkai.

© Humanismo Soka - 2024

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