Humanismo Soka
Eleanor Roosevelt

Primera Dama de los Estados Unidos de América entre 1933 y 1945, fue nombrada delegada ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1946 por el Presidente de EE.UU Harry S. Truman. Fue la primera Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos y desempeñó un papel fundamental en la redacción de la DUDH. Fue una de las principales voces en insistir que los derechos humanos no eran privilegios ni occidentales, sino universales.
Durante el proceso, enfrentó críticas y resistencias, pero su perseverancia y capacidad para unir perspectivas diversas fueron fundamentales para que la Declaración se adoptara el 10 de diciembre de 1948. Su habilidad diplomática ayudó a superar las tensiones entre países con ideologías opuestas durante la Guerra Fría.
Eleanor Roosevelt dejó un impacto duradero en la lucha por los derechos humanos y la justicia social. Fue conocida como “la primera dama del mundo” por su trabajo incansable en favor de la paz y la dignidad humana. En 1968, seis años después de su muerte, se creó el Premio Eleanor Roosevelt de Derechos Humanos para honrar a quienes promueven estas causas.
Hansa Mehta

Entre 1947 y 1948, Hansa Mehta, una destacada activista india, fue una de las dos mujeres delegadas ante la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Desempeñó un papel crucial en la redacción de la DUDH: fue quien propuso cambiar la frase inicial del artículo 1 de la Declaración, que decía: “Todos los hombres nacen libres e iguales”, por “Todos los seres humanos nacen libres e iguales”. Este cambio fundamental garantizó que las mujeres fueran reconocidas explícitamente en este histórico documento, marcando un hito en la inclusión y la igualdad de género en el ámbito internacional.
Además, Hansa Mehta fue una incansable defensora de los derechos de las mujeres en la India y en el mundo: fue miembro de la Asamblea Constituyente de India, trabajó en reformas legales sobre matrimonio y herencia, y abogó por la educación como motor de cambio social. Su legado trasciende fronteras y continúa inspirando la lucha por la equidad de género, recordándonos que las palabras y acciones tienen el poder de transformar sociedades.
Minerva Bernardino

Minerva Bernardino, diplomática y líder feminista de la República Dominicana, desempeñó un papel crucial en las deliberaciones sobre la DUDH. Fue una de las principales defensoras de la inclusión de la frase “igualdad de derechos de hombres y mujeres” en el preámbulo de este documento.
Su influencia no se limitó a la Declaración ya que en 1945 junto a las latinoamericanas Bertha Lutz de Brasil e Isabel de Vidal de Uruguay, trabajó incansablemente en la defensa de los derechos de la mujer y la no discriminación sexual en la redacción de la Carta de las Naciones Unidas. Gracias a sus esfuerzos, este acuerdo internacional se convirtió en el primero en reconocer formalmente la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, marcando un precedente fundamental para los derechos de género en el ámbito global.
Begum Shaista Ikramullah

Begum Shaista Ikramullah, destacada diplomática y política de Pakistán, jugó un papel clave en la redacción y revisión de la DUDH como delegada de la Tercera Comisión de la Asamblea General de la ONU en 1948. Durante 81 reuniones, examinó minuciosamente el proyecto de la Declaración, abogando por la libertad, la igualdad y la libre elección en la Declaración, asegurando que estos valores se reflejaran en el documento final.
Uno de sus mayores logros fue promover el artículo 16, que garantiza la igualdad de derechos en el matrimonio. Ikramullah destacó la importancia de este artículo como herramienta para combatir prácticas como el matrimonio infantil y forzado, problemáticas profundamente arraigadas en muchas culturas. Su compromiso con los derechos de las mujeres y su lucha por la justicia social dejaron un legado duradero, influyendo en el avance de los derechos humanos en Asia y el mundo.
Bodil Begtrup

Diplomática y activista danesa, jugó un papel clave en garantizar que la Declaración empleara un lenguaje inclusivo. Como presidenta de la Subcomisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer en 1946 y, más tarde, de la Comisión homónima en 1947, insistió en que los titulares de derechos fueran mencionados como “todos” o “toda persona”, evitando términos como “todos los hombres” que excluyeran indirectamente a las mujeres. También propuso incluir los derechos de las minorías en el artículo 26, sobre el derecho a la educación, aunque esta propuesta fue rechazada por ser demasiado avanzada para su tiempo.
Marie-Hélène Lefaucheux

Destacada defensora de los derechos humanos y presidenta de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer en 1948, defendió con éxito la inclusión de una mención a la no discriminación sexual en el artículo 2. Logrando que el texto final quedará: “Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición”.
Más allá de su papel en la ONU, Lefaucheux dedicó su vida a combatir las desigualdades sociales y promover la participación femenina en la política y la diplomacia. Activa en la resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial, su trabajo en defensa de los derechos humanos abarcó no solo cuestiones de género, sino también la protección de los derechos de las minorías y la educación como herramienta de transformación social.
Evdokia Uralova

Representante de la República Socialista Soviética de Bielorrusia, se desempeñó como relatora de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer ante la Comisión de Derechos Humanos en 1947. Su firme defensa de la igualdad salarial logró que el artículo 23 de la Declaración asegure: “Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual”.
Junto a Fryderyka Kalinowska, de Polonia, y Elizavieta Popova, de la Unión Soviética, también resaltó la importancia de los derechos de quienes vivían en territorios no autónomos, contribuyendo a que el artículo 2.
Lakshmi Menon

Delegada de la India ante la Tercera Comisión de la Asamblea General en 1948, insistió en la repetición explícita de la no discriminación por razones de género en todo el documento y en la inclusión de la frase “la igualdad de derechos de hombres y mujeres” en el preámbulo.
Además, fue una firme defensora de la “universalidad” de los derechos humanos, oponiéndose al concepto de “relativismo colonial” que pretendía excluir a las personas de países sometidos a dominación colonial del alcance de los derechos proclamados. Sostuvo que, si las mujeres y las personas sometidas a dominación colonial no eran mencionadas de manera expresa en la Declaración Universal, no se considerarían representadas en la expresión “toda persona”.