Humanismo Soka
El cuerpo humano tiene funciones complejas, pero está formado por células, y observando el estado de las mismas se pueden comprender las causas de muchas enfermedades. En esta entrega, compilada por el Departamento de Médicos de la Soka Gakkai, se explorará el tópico de «Enfermedades desde una perspectiva celular». Presentamos una contribución de Masafumi Oya, quien se especializa en diagnóstico patológico y se desempeña como jefe del Departamento de Patología del Hospital Fukuoka Sanno.
LAS CÉLULAS SON LA UNIDAD BÁSICA DE LA VIDA
¿Qué causa la enfermedad? Si no se conoce exactamente esta respuesta, no se podrá tratarla adecuadamente, como dice Nichiren Daishonin en El comportamiento del devoto del Sutra del loto: «Si uno trata de curar una enfermedad sin conocer la causa que la provoca, solo hará que el paciente se agrave».[1]
¿Por qué podemos identificar enfermedades observando las células? Se debe a que las células son la unidad básica de la vida, y el cuerpo humano, aunque pueda parecer complejo, es en realidad una colección de 37 billones de células. La mayoría de las enfermedades son causadas por daños a las mismas, y el tratamiento implica curarlas o eliminar las dañadas.
LOS CUATRO ELEMENTOS DEL CUERPO
Observados bajo el microscopio, los órganos y tejidos del cuerpo humano suelen presentar un mundo de hermosa armonía. Sin embargo, cuando un virus entra en el cuerpo o se desarrolla un tumor como el cáncer, esta armonía se altera y ese mundo se vuelve caótico.
Armonía y caos: este es un punto que el Dr. René Simard, especialista en patología y ex director académico de la Universidad de Montreal en Canadá, señaló en su recopilación de conversaciones con el maestro Ikeda, «Salud y vida: diálogos sobre la vida, el envejecimiento, la enfermedad y la muerte». En ese momento, expresó: «Algo le sucede a la armonía dentro de las células, lo que conduce a un estado de caos. Creo que aquí es donde pueden ocurrir las enfermedades». Entonces, el maestro Ikeda respondió: «El budismo también ve los fenómenos de la vida desde la perspectiva de la armonía y la desarmonía». Así, introdujo la idea de «los cuatro elementos».
Los cuatro elementos son: tierra, agua, fuego y aire. El budismo enseña que el cuerpo está formado por ellos y que, cuando se altera esta armonía, se produce la enfermedad. La tierra representa la «solidez», y se refiere a la acción de intentar mantener la forma. En el cuerpo humano, esto incluye huesos, cabello, piel y músculos. Por su parte, el agua refiere a la «humedad», y tiene la capacidad de absorber y juntar cosas. Principalmente serían la sangre y fluidos corporales. También está el fuego, que es el «calor» y tiene el efecto de hacer madurar las cosas. La fiebre, la temperatura corporal, los procesos digestivos y las funciones energéticas están relacionados. El aire significa «movimiento», y se relaciona con la acción de incrementar las cosas. En nuestro cuerpo, es la respiración y el metabolismo. Cuando descubrimos el momento en que las células se enferman, sorprendentemente descubrimos que está relacionado a estas cuatro cosas.
«ALMACENAMIENTO MUSCULAR» PARA CORREGIR LOS DESEQUILIBRIOS EN LOS CUATRO ELEMENTOS
Mientras estemos vivos, el envejecimiento y el daño celular son inevitables. Sin embargo, incluso si una célula está dañada, las células circundantes tienen la capacidad de curarla y apoyarla. Dado que su función está estrechamente relacionada con nuestra dieta, descanso y ejercicio, es importante revisar nuestros hábitos de vida diarios.
Hoy destacaremos los siguientes dos puntos:
El primero, es el almacenamiento muscular, o dicho de otro modo el desarrollo muscular. Cuando ejercitas tus músculos, como los brazos y las piernas, los mismos se desarrollan significativamente, pero esto no se debe a que las células se dividan y aumenten en número. Las células en sí se están haciendo más grandes. Estas células musculares tienen la función de corregir los trastornos de los cuatro elementos.
Generalmente se dice que los músculos son la principal fuente de fuerza física. El ejercicio extenuante aumenta la cantidad de oxígeno activo, por lo que hay que evitar exagerar, pero también es importante intentar hacer ejercicios y gimnasia que desarrollen los músculos.
UN BUEN AMBIENTE INTESTINAL MEDIANTE EL «ALMACENAMIENTO DE BACTERIAS»
El segundo punto es el almacenamiento de bacterias. Esto significa almacenar bacterias intestinales buenas.
Nuestros cuerpos albergan innumerables microorganismos, y ha quedado claro que las bacterias intestinales en particular favorecen nuestra salud de diversas maneras, entre ellas, ayudando a aliviar la presión arterial alta, la obesidad y el insomnio, y mejorando la función cognitiva. Las bacterias almacenadas que producen estos efectos también pueden regular los desequilibrios en los cuatro elementos.
Para mantener un buen equilibrio de las bacterias intestinales, es importante consumir regularmente alimentos ricos en fibra dietética, como verduras, tubérculos y algas. Además, es importante dormir regularmente, ya que mejora el ambiente intestinal.
EL EQUILIBRIO ENTRE EJERCICIO, ALIMENTACIÓN Y DESCANSO ES IMPORTANTE
Mediante un buen equilibrio, tanto el almacenamiento muscular como el almacenamiento bacteriano existen en armonía. Por ejemplo, a medida que las células musculares se desarrollan, las células grasas disminuyen.
Sin embargo, siempre se necesita una cantidad moderada de células grasas. Esto se debe a que las células grasas sanas secretan hormonas beneficiosas que reducen la presión arterial y los niveles de azúcar en sangre y contribuyen a la reparación de las paredes de los vasos sanguíneos. Entonces, si bien es bueno hacer ejercicio para perder grasa, no se debe perder demasiado haciendo ejercicio extremo o ayunando.
Por otra parte, las bacterias intestinales se dividen aproximadamente en tres tipos: bacterias buenas, bacterias malas y bacterias oportunistas. Si la proporción de bacterias buenas es de alrededor del 20% del total, se suprime el crecimiento de las bacterias malas y las bacterias patógenas. De ese modo, las bacterias buenas se alían con las bacterias oportunistas, manteniendo un buen ambiente intestinal. Por lo tanto, es importante llevar una dieta variada y saludable para que puedan crecer diversas bacterias intestinales.
REALIZAR ACTIVIDADES DE LA SOKA GAKKAI NOS PERMITE VIVIR LARGA Y SALUDABLEMENTE
En el gosho, hay una sección que analiza los cuatro bodisatvas -Prácticas Superiores, Prácticas Ilimitadas, Prácticas Puras, y Prácticas Consolidadas- en relación con los «cuatro grandes elementos». En el Registro de enseñanzas transmitidas oralmente, Nichiren afirma: «se puede decir que el fuego es lo que quema las cosas. El agua es lo que purifica las cosas. El viento es lo que arrastra el polvo y la suciedad. La gran tierra es lo que nutre a las plantas y a los árboles».[2]
A través de este pasaje, el maestro Ikeda una vez alentó sobre la importancia de la convicción que debemos tener al practicar la fe. Explicó que el Bodisatva Prácticas Superiores corresponde al fuego, y nos instó a que «lideremos el camino, encendamos las llamas del coraje y la pasión en los corazones de las personas y vivamos nuestras vidas como líderes que iluminen el camino que todos deben seguir».
A continuación dijo que, el Bodisatva Prácticas Ilimitadas está asociado con el viento, y «así como el viento arrastra la suciedad y el polvo, él puede arrastrar cualquier dificultad y actuar libremente y con facilidad».
Además, el Bodisatva Prácticas Puras está asociado con el agua, y se dice que «mientras nos sumergimos en el corazón de este mundo corrupto, debemos mantener siempre un estado mental puro, como el agua que fluye, y extender un flujo puro a todo lo que nos rodea».
Por último, el Bodisatva Prácticas Consolidadas, corresponde a la tierra y en relación a éste, afirmó: «Así como la tierra nutre una amplia variedad de plantas, apoyemos firmemente a todas las personas, proporcionándoles el alimento y el estímulo que necesitan».
Es significativo que los cuatro bodisatvas contengan el carácter de «práctica», enseñándonos que uno puede convertirse en un Buda solo mediante la acción constante. Cuando actuamos con una actitud proactiva y un corazón puro, se secreta serotonina en el cerebro, que regula el sistema nervioso autónomo y mejora la función celular. Al actuar por el bien de los demás, como enseña en el Bodisatva Prácticas Consolidadas, se secreta una sustancia llamada oxitocina, que es eficaz para reducir el estrés, estimular el sistema inmunológico y rejuvenecer las células. Nuestras actividades diarias en la Soka Gakkai son extremadamente efectivas en términos de salud celular.
CITAS
[1] Los escritos de Nichiren Daishonin (END), Tokio: Soka Gakkai, 2008, pág. 814.
[2] The record of the orally transmitted teachings (Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente), trad. por Burton Watson, Tokio: Soka Gakkai, 2004, pág. 118.