Aunque es natural que sintamos este comienzo como un refrescante nuevo inicio, a veces nos ocurre que, acostumbrados a resignarnos ante nuestras propias metas, perdemos la esperanza de concretar aquellos deseos que nos propusimos cumplir. Sin embargo, esto no tiene por qué ser así. Más allá de las dificultades y problemas que uno tenga que afrontar, el budismo establece que el ser humano posee inherentemente todo el potencial que necesita para salir victorioso en todos los campos de su vida. Lo importante es no darnos por vencidos: el primer paso es hacer el esfuerzo de no rendirnos en las promesas que nos hacemos a nosotros mismos. Si vivimos de esta manera, también seremos capaces de cumplir las promesas que hacemos a otras personas y construiremos una fuerte base para desplegar todo nuestro potencial.

A veces sentir desaliento o pensarnos incapaces, es parte de nuestra naturaleza humana. Pero nuestras debilidades no tienen por qué definirnos. Desde el punto de vista del budismo, nuestro inmenso potencial nos permite transformar cualquier «veneno en medicina» y desplegar un magnífico escenario para cumplir nuestros sueños, pase lo que pase. A través de la práctica de Nam-myoho-renge-kyo que los miembros de la Soka Gakkai realizan diariamente, las oraciones se convierten en la causa de la victoria. Así, surge la sabiduría y la fuerza vital para impregnar con nuestras aspiraciones y deseos todo lo que hacemos, acumulando buena fortuna y desplegando también todas nuestras capacidades.

Por eso, lo más importante es sostener la fe pase lo que pase. Siguiendo las enseñanzas que los tres maestros de la Soka Gakkai y el Buda Nichiren Daishonin legaron a la humanidad para que todas las personas puedan ser felices, y de esta manera construir un mundo de paz a partir de cada una de las historias de revolución humana. 

El célebre educador suizo Johann Pestalozzi (1746-1827) escribió: «El día de Año Nuevo es el inicio de todo lo que nos traerán los doce meses siguientes» [1]. A su vez, el doctor Anthony Marsella, profesor emérito de Psicología en la Universidad de Hawai, explicó la poderosa influencia que el fin de un año y el comienzo del otro tienen en las personas alrededor de todo el mundo. Una vez, expresó que en el período inmediatamente posterior al Año Nuevo se observa que las personas toman conciencia del paso del tiempo, y se predisponen a reflexionar sobre la vida y su sentido. En épocas así, comentó, hasta las aparentemente pequeñas resoluciones pueden convertirse en convicciones firmes y perdurables. En tal sentido, las determinaciones de Año Nuevo son muy importantes, y no deberían tomarse a la ligera. El inicio de un nuevo año imparte a cada individuo la sensación de que es posible trazar un nuevo punto de partida y cambiar, por dura que sea su vida o por desalentado que se sienta frente a sus propias acciones o destino. En tal sentido, concluía el profesor, el Año Nuevo es una oportunidad única para emprender el desafío de la transformación personal. [2]

El escritor ruso León Tolstoi (1828-1910) declaró: «Cuando digo ‘No puedo hacerlo’, no estoy expresándome correctamente; antes bien, debería decir: ‘No he sido capaz de hacerlo hasta ahora’. Sé positivamente que a cada minuto puede hacer lo que realmente quiera». Lo importante es lo que hacemos de ahora en adelante, la profundidad y la seriedad de las decisiones que tomamos y nuestro compromiso de estar a la altura de nuestros propios sueños.

Una vez el maestro Ikeda expresó: «Nam-myoho-renge-kyo es la Ley del tiempo sin comienzo. Cuando entonamos y practicamos esa Ley, el estado de vida del Buda del tiempo sin comienzo resplandece con fulgor en nuestro corazón. […] Para los que practicamos la Ley Mística y dedicamos nuestra vida al kosen-rufu, cada día es un «tiempo sin comienzo»; cada día es Año Nuevo. Por eso, tenemos el poder de mejorar constantemente y de elevar nuestra vida con una energía equivalente a la del sol de esa primera jornada inaugural, que asciende majestuosamente para abrigarnos a todos en su luz diáfana y balsámica». 

¡Queridos amigos, avancemos con bravura y conquistemos victoria tras victoria este 2025, designado como el «Año de levantar el vuelo hacia una Soka Gakkai Juvenil Global»!

[CITAS]
[1] Pestalozzi, Johann Heinrich: Pestalozzi’s Sämmtliche Werke (Obras completas de Pestalozzi), edit. por L. W. Seyffarth, Brandenburg: Adolph Müller, 1871, vol. 13, pág. 40. 

[2] De «Hyaku Rokka Sho» (Las ciento seis comparaciones); no incluido en WND, vols. 1 y 2. Véase Gosho zenshu, pág. 867.

[3] IKEDA, Daisaku: Discurso pronunciado durante la reunión ejecutiva de Departamentos realizada en el Salón Internacional de Conferencias de la SGI, en Shinanomachi, Tokio, el 2 de enero de 2008. Traducción del original en japonés publicado el 4 de enero de 2008 en el Diario Seikyo.