Basada en uno de los musicales más exitosos de la historia de Broadway, la película «Wicked», dirigida por Jon M. Chu, sigue a las dos brujas del mundo del Mago de Oz: Elphaba, la Bruja Mala del Oeste (la villana), en este caso es interpretada por la reconocida actriz Cinthia Erivo, mientras que la famosa cantante y actriz Ariana Grande realiza el papel de Glinda, la Bruja Buena del Sur del clásico film.

Sin embargo, más allá de aquella historia, en la primera parte de Wicked, estrenada el 22 de noviembre en todo el mundo, se narra la dura infancia y adolescencia de la extraña Elphaba, cuyo color verde la llevó a un cruel aislamiento, acostumbrada a sufrir hostilidad de parte de su familia, vecinos, y todos quienes la conocen. El color verde no vino solo, sino que también unos mágicos poderes parecen yacer dormidos en su interior. Su intachable sentido de la justicia por lo que considera correcto y su sentido de protección a quienes aprecia hacen de Elphaba un personaje fuerte y sensible, que se mantiene fiel a sí misma aunque esto le produzca soledad, con quien empatizamos rápidamente.

Así lucía la Bruja Mala del Oeste en el film original de 1939 de El mago de Oz.

Glinda, en cambio, es popular, bella, ocurrente, rica, divertida, y, ante los ojos de los demás, aparentemente perfecta. Todo es rosa y brillante en su mundo. Mención especial a Ariana Grande, quien parece haber nacido para interpretar este rol, por fuera superficial, pero lleno de sutilezas que aportan otra profundidad. Desde el comienzo, percibimos rápidamente su gran interés en la opinión que los demás pueden tener de ella. Se esmera permanentemente con el fin de ser querida y aprobada por los demás, sin importar que esto la lleve a tener que ser despectiva o hasta cruel con quienes no tienen su mismo status quo, como es el caso de Elphaba.

Se plantaron más de nueve millones de tulipanes en la locación de filmación: se buscaba el realismo dentro de lo fantástico del mundo de Oz.

Elphaba, brillante en sus estudios por su propio mérito, provoca un gran rechazo por parte de Glinda. La rivalidad no tarda en nacer entre ellas, hasta que un día, Glinda es capaz de percibir la bondad y vulnerabilidad del corazón de Elphaba, y se arrepiente de sus pasados actos. Una genuina amistad nace entre las dos estudiantes, cuyo vínculo se hace tan fuerte que, a pesar de lucir prácticamente opuestas, se siente como si fueran hermanas.

Cuando contemplamos la difícil ruta que nuestra bruja y heroína tiene que atravesar, comprendemos la naturaleza de los prejuicios por los que las personas que la rodean se dejan llevar y lo perjudiciales que pueden llegar a ser. En ese contexto, aprendemos sobre el valor de la amistad gracias a la unión de las dos estudiantes, que juntas no solo son más fuertes, sino que su compañerismo saca lo mejor de ellas mismas. A pesar de sus diferencias, ambas son capaces de trascender las apariencias y construir algo muy valioso para ambas. Su amistad las impulsa a avanzar en su vida y a crear en sus caminos nuevos horizontes.

Poster del musical de Broadway.

A medida que avanza la historia, Elphaba comienza a conocer la realidad de que los animales, que en el mundo fantástico de Oz son criaturas inteligentes capaces de hablar y pensar, están siendo silenciados y perseguidos con el fin de destruir su capacidad de pensamiento para transformarlos en seres útiles para los humanos. Elphaba, decidida a no permitir que esto suceda aunque esto la convierta en enemiga de todos los pueblos de Oz, es capaz de hacer surgir su máximo potencial en su lucha por la justicia.

Uno podría preguntarse por qué sucede esto, ¿qué es lo que motiva a algunos individuos a perseguir a aquellos que luchan por el bienestar de los demás? Quizás, la respuesta se relacione con el hecho de que los seres humanos juzgamos las cosas de acuerdo con nuestra propia escala de valores. Cuando nos dejamos dominar por nuestras ambiciones personales, nos hacemos incapaces de reconocer y aceptar el mérito y la importancia del accionar de los individuos desinteresados.

Así fue también el destino de las grandes personalidades de nuestra historia. José de San Martín, por ejemplo, uno de los grandes líderes de la emancipación latinoamericana, famoso por haber cruzado triunfalmente la Cordillera de los Andes, expresó: «Más ruido hacen diez hombres que gritan que cien mil que están callados». Al respecto, el maestro Ikeda expresó que esto se condice con la frase budista «la voz cumple la función del Buda», refiriéndose a que la persona que dice lo que debe actúa como si fuese emisario del Buda. También comentó: «Cuando hacemos uso de la palabra en nombre de la justicia, podemos adquirir un estado de armonía con el universo». [1]

En conclusión, mucho se puede decir de esta película, cuya segunda parte esperamos con ansiedad para noviembre del 2025. Sin dudas, mientras escuchamos las melodías de este histórico musical, podemos aprender sobre el coraje de decir lo correcto y luchar por nuestros sueños, siendo fieles a la verdad de nuestro corazón.

[CITAS]
[1] IKEDA, Daisaku. Discurso ¡JÓVENES: PROCLAMEN EL CLAMOR DE LA JUSTICIA EN LA SOCIEDAD! pronunciado el 10 de julio de 1991.